La Fenomenología Existencialista de Sartre

Para entender la posición filosófica y epistemológica de Sartre es necesario comprender su vida, las huellas de los sucesos existenciales que le marcaron, pues su visión de la muerte no nace de la mera relación casual de vida, es la consecuencia misma de quedar huérfano de padre, es vivir la muerte de los amigos en prisión, esa cárcel injusta y todos los demás hechos casuísticos o no de infortunio, el conocer la realidad del desposeído, la vivencia de las necesidades y carencias, conforman sin duda alguna una amalgama que constituirá parte esencial de su posición filosófica, así como también lo marcan la época que le toco vivir, la segunda guerra mundial, la post guerra, la influencia de su grupo de amigos, todos ellos intelectuales y mayoritariamente de identificados con el movimiento comunista emergente en la convulsionada Europa de inicios y mediados del siglo XX, son sin duda alguna una mezcla única que en un espíritu solitario llevaran a un cuestionamiento del ser.
Sartre en sus reflexiones se interroga constantemente sobre que es el “SER” , por ello en su postura existencialista considera dos vertientes importantes una epistemológica y otra ontológica, las cuales no se divorcian pero tampoco van de la mano, en la primera se cuestiona la realidad objetiva y externa de de las cosas y su conocimiento no se logra por medio de un proceso de abstracción de si misma, por pedio de la cual se puedan construir conceptos y juicios lógicos, permitiendo entenderlo sino que se aceptan por razonamientos abstractos y etéreos. Desde esta percepción ontológica se considera que el SER (sujeto de estudio de esta disciplina filosófica), en sí mismo no se puede captar por medio de los sentidos, únicamente se percibe en su pluralidad como siendo distinto.
Dar una definición de lo que es algo abstracto como la muerte, la sed, el amor, siempre será una posición subjetiva o aceptación de otra proposición, en la cual se asume el conocer y se descubre asimismo como el sujeto que conoce, se establece un separación clara de que es el objeto y objeto sobre el cual se da el conocimiento, constituyendo esto dos variables de una fórmula que no puede ser simplificada a un solo elemento, pues dejaría de dar el resultado esperado que es el “conocer!”, por lo cual el objeto y sujeto serán siempre ellos y su diferencia es la respuesta ontológica del fenómeno.
En razón de esto, la conciencia y sujeto existes y poseen su propia esencia del ser algo en ellos mismos, por lo que el objeto como ser, no está relacionado de manera directa y necesaria con la conciencia, es decir, el no requiere de una razón metafísica o ontológica para existir, sólo existe en s mismo, por lo que no precisa ser conocido.
En la proposición existencialista la ontología de la conciencia es diferente a la realidad ontológica del objeto, esta independencia constituyen las bases de la libertad del ser y hacer consiente del sujeto. Lo cual da como resultado que el conocer es una acción independiente del objeto que se conoce.
En razón de esta independencia de la conciencia es que el hombre se transforma en un ser libre, lo que le obliga a decidir, lo que le hace asumir la responsabilidad de su conducta personal y social.
Como consecuencia de esta libertad el conocer solo se alcanza cuando el hombre como sujeto consiente, establece una separación entre su conciencia y el objeto, diferenciándose del objeto por no ser él, el objeto. Es decir, conocer al objeto solo será posible por la razón lógica de no ser este, lo cual constituye una proposición epistémica en la que la conciencia (esencia misma del sujeto) y el objeto no convergen convirtiéndose esta diferencia en la cualidad necesaria para que se dé la existencia de la conciencia que permite develar de forma diferente al objeto en cada fase del conocimiento.
El alcanzar conocimiento sobre un objeto se logra realmente diferenciándolo de lo que no es, esto permite direfenciar tres elementos en la proposición que son el objeto, el sujeto y el no ser, en consecuencia el “SER” del objeto no es percibido por los sentidos de forma directa y consiente. Este es el resultado del conocimiento aprendido por la conciencia y a lo que Sartre denomina en el existencialismo “FENÓMENO, o EL PARA SÍ”, que viene a ser la realidad sensorialmente captada por el sujeto que le permite identificar de manera puntual, externa y ajena a la conciencia el ser del objeto.
Por tanto el fenómeno es el SER, pero no de la conciencia o sujeto sino del objeto de conocimiento, es un resultado, que permite identificar las dos variables de la ecuación dadas para obtener el conocimiento (objeto-sujeto), pues el resultado no se dará si falta uno de ellos, entonces para que se pueda dar el fenómeno tiene que existir el ser de la conciencia, por lo cual la conciencia intencional hace referencia al fenómeno, mas no así a la exterioridad de la cosa.
Bajo esta apreciación el conocimiento es fenológico por cuanto el ser de la cosa esta fuera de la percepción empírica y de conciencia, transformando así la función del proceso cognitivo de tres elementos a cuatro, (el ser de la cosa, el no ser, la conciencia y el fenómeno), tres de estos elementos son intangibles y solo uno es físicamente tangible, es lo que define Sartre como “el ser en si”, lo netamente material, los otros tres elementos están directamente conectados con la conciencia lo etéreo.
. Para entender al ser en si se hace necesario comprender que este no necesita la conciencia, ni ser captado por esta para existir y se puede llegar a él estableciendo las diferencias entre lo que es el fenómeno que ocurre en lo etéreo y él en lo físico, por lo que Sartre define muy claramente al “ser en si” para poder separarlo y distinguir al fenómeno, que no es mas que el resultado de la conciencia del ser del objeto.
Esto explica la dependencia que el fenómeno tiene del ser consiente (sujeto) que lo capta, en otras palabras, cuando el sujeto toma conciencia de la existencia del ser del objeto, se produce el fenómeno , en consecuencia este ultimo dependerá de la conciencia del conocimiento que tiene el sujeto.
Sin embargo al independencia del ser en sí y del sujeto tiene como resultado que la ontología del existencialismo fenomenológico expuesto o Sartre es el reconocer y declarar la existencia del mundo exterior, cuya valoración dependerá de la conciencia del sujeto.
En función de esto el sujeto es también un ser en si mismo pero con conciencia y con la capacidad de conocer, pendiendo al hecho de que el indicar el ser implica tener la conciencia del saber y conocer, por lo que solo la conciencia puede permitir conocer, al afirmar “conozco el amor,” se puede igualmente indicar que “tengo conciencia que conozco el amor” entonces el amor, será el resultado de la conciencia, por lo tanto es un fenómeno, y tendrá la propiedad de ser algo externo que logra impresionar al interno.
En este mismo orden de ideas en el existencialismo la existencia de la conciencia dependerá de la conciencia que se tenga de algo, es decir, debe haber una intencionalidad de la conciencia y esta logra si y solo si la conciencia se puede impresionar con un objeto o hecho concreto, por tanto, ser consiente del acto cognitivo, es el resultado claro de identificar y aislar la conciencia del objeto externo. En este proceso de separación de la conciencia y el ser en sí, surge la nada,
Todo este proceso de conciencia del ser, conocimiento , identificar el resultado o fenómeno, tener la capacidad de tener conciencia, y reconocerse como ser diferente del ser, además de reconocer la relación de la conciencia y el ser, dibujan un espiral continuo infinito, en el cual, uno lleva a lo otro y es parte de ese otro, y el límite de definición es etéreo y solo es válido en la búsqueda de una interpretación de la realdad a fin de dar sentido a todo lo que nos rodea.

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